El Monje de Camoruco por Sergio Márquez Parales Benedicto XVI

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El  Monje de Camoruco por Sergio Márquez Parales

Benedicto XVI

Benedicto XVI, de nombre secular Joseph Aloisius Ratzinger ​ fue el 265. º Papa de la Iglesia católica​ y el séptimo soberano de la Ciudad del Vaticano, desde el 19 de abril de 2005 hasta su renuncia el 28 de febrero de 2013.

El Papa emérito ha dejado escrito un testamento espiritual breve, pero muy rico en contenido. Apenas una página, en donde aporta cuatro elementos claves, que dicen mucho de su historia y de su personalidad. 

En primer lugar, está la relevancia de la familia. Benedicto XVI recuerda cómo en su hogar de Baviera, con sus padres, recibió una luz clara, que iluminó todos los días de su vida, por lo que la fe de sus padres y el afecto de sus hermanos, siempre fue fundamental. 

Después está el agradecimiento a los amigos, sus colaboradores en el trabajo intelectual y en el Vaticano y a la patria, la región de Baviera, en Alemania.

A partir de ahí es especialmente importante la demostración de humildad y bonhomía del pontífice emérito. Pide perdón de todo corazón a todos aquellos a los que se hayan sentido agraviados por él. 

Y por último, el final de su testamento se centra en uno de los mensajes claves de su trayectoria, que nos refería en un mensaje del año 2010: “No hay oposición entre fe y ciencia, y que estudiando las leyes de la materia se puede llegar, por analogía, al autor de la creación: la fe y la razón no se excluyen, sino que se armonizan y complementan”. Locual es algo que aplica especialmente a la persona de Jesús de Nazaret, sobre quien realizó una profunda investigación teológica e histórica a lo largo de su vida.

 Frente a diversas teorías que se han ido demostrando falsas, como el decir que hubo un Jesús histórico y otro que fabularon los apóstoles, Benedicto XVI ha contribuido de forma magistral a fundamentar la verdad histórica de Jesús. 

Por ello, no es extraño que en su testamento reafirme que Jesucristo es verdaderamente el camino, la verdad y la vida. 

No son meras frases vacías. Se trata de afirmaciones que ha razonado en sus investigaciones y explicado en sus libros. Estudios que le permiten afirmar cómo las aparentes certezas contra la fe se han desvanecido, demostrando no ser ciencia, sino meras interpretaciones filosóficas. 

Llama poderosamente la atención que Benedicto XVI, pidió destruir “sin excepciones” sus escritos privados a su secretario personal, Monseñor Georg Gänswein, según narra él mismo en su próximo libro. 

“Hay quien me han preguntado qué haré, tras la muerte de Benedicto XVI, con sus documentos. En realidad, esto para mí no supone un problema, dado que he recibido de él instrucciones precisas, con indicaciones de entrega que me obligan en conciencia a respetar, sobre su biblioteca, los manuscritos de sus libros, la documentación acerca del Concilio y su correspondencia”, escribe Gänswein. 

El arzobispo alemán, especificó que “en lo que concierne al resto de sus escritos su suerte está marcada”. 

“Los folios privados de todo tipo deben ser destruidos. Esto debe hacerse sin excepciones y sin escapatorias”, asegura que le indicó el pontífice emérito.

Gänswein publicará el 12 de enero el libro Nient’altro che la verita (Nada más que la verdad) para responder a “las calumnias y oscuras maniobras” que trataron “en vano” de ensombrecer el legado del pontífice. 

Entre otras muchas cosas, Gänswein confirma y lamenta en sus páginas la existencia de corrientes o “hinchadas” dentro del Vaticano.

“En efecto, creo que el análisis más correcto deba indicar como problema, no tanto la coexistencia de dos Papas, uno reinante y otro emérito, sino el nacimiento y desarrollo de dos hinchadas, ya que con el paso del tiempo (Ratzinger) se dio cuenta cada vez más de que efectivamente eran dos visiones de la Iglesia”, afirma.

Y agrega: “Estas dos hinchadas -cada una fundada en afirmaciones, gestos o impresiones sobre la actitud de Francisco y Benedicto, por otro lado a menudo con invenciones del todo gratuitas- han creado esa tensión que después reverberó sobre quienes no eran suficientemente conscientes de las dinámicas eclesiásticas”. Por cierto, Monseñor Gänswein expresó: “En esos años sentí la presencia del diablo muy cerca, contra el papa Benedicto XVI”, dijo en referencia a los años de papado de Benedicto y las razones de su renuncia”. Fuentes: EFE, El Universal y Semana.

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