Campaña del PSUV no fue tan fraternal como se creía. “Sin dudas nos quitamos el sombrero ante tan digna actitud”.
Campaña del PSUV no fue tan fraternal como se creía. “Sin dudas nos quitamos el sombrero ante tan digna actitud”
Con asombro hemos venido observando como una campaña que se suponía era entre amigos y militantes disciplinados que comparten el ideal basado en las ideas del fallecido presidente Chávez, fue convertida por algunos de los contendientes en una feroz campaña de descrédito contra el adversario; olvidando quizás, que cada ataque contra la gestión de un gobernador o un alcalde, es un “bazukazo” directo contra la administración de Nicolás Maduro ya que para nadie es un secreto que debido a las limitaciones económicas producto de las sanciones y de algunos errores propios de la presión por querer solucionar los problemas aun sin tener la disponibilidad económica para hacerlo, ha sido la causa principal que incidió de manera directa en las deficiencias de algunas gestiones.
Ahora bien, una cosa es el denunciar o exigir la solución de los problemas, y otra muy distinta desatar una serie de campañas de fake news, bajezas, ataques personales, improperios y todo tipo de “canalladas” que terminan devolviéndose contra los que no tienen argumentos positivos que mostrar y prefieren dedicarse a denigrar de sus camaradas.
En este punto, se debe reconocer la gallardía de quienes han sido objeto de estos “golpes bajos” y provocaciones, actuando de una manera madura, coherente e inteligente, respondiendo a dichos ataques con trabajo, perseverancia y constancia, dejando que sus detractores se consuman en su propio veneno.
La actitud de Johan Castañeda; por tan solo citar un ejemplo, es uno de esos casos en los cuales su madurez lo ha llevado a evitar confrontaciones estériles y a seguir trabajando en su objetivo de intentar mejorar la calidad de vida de los guacareños, sorteando toda clase de dificultades y generando esperanzas a los más necesitados.
Finalmente, consideramos que no era necesaria tanta saña y maldad en contra de Rafael Lacava, Johán Castañeda u otros; si quieren derrotarlos, pues consigan los votos necesarios para hacerlo, pero no será con difamaciones ni con campañas de odio con las que lograrán un buen resultado. ¡Amanecerá y veremos!
